Por Inspiración Femenina Tian
Desde hace un tiempo, nuestras adolescentes
están tranquilas: existe la “Píldora del día de después”… con la que pueden
evitar el embarazo cuando no han tomado las debidas precauciones. No se necesita receta ni permiso paterno.
También se ha generalizado el uso de la píldora
anticonceptiva, pero esta se expende con receta médica después de una exploración
y analítica.
¿Qué nos hace pensar este hecho, de que la píldora
anticonceptiva requiera un estudio previo y la píldora del día de después no? Pues
lo más inmediato es pensar que la Píldora del día de después (PDD) no es
peligrosa, no produce efectos secundarios o son mínimos, y que la puede tomar
cualquiera.
Pues bien, esto no es así. La PDD se está
utilizando como método anticonceptivo regular por muchas, muchas adolescentes y
jóvenes. Cierto que no fue diseñada como tal, sino como método de urgencia,
pero el hecho de que no requiera receta favorece que las muchachitas que no se
atreven a pedir a los padres la visita al ginecólogo, opten por esta vía.
Los efectos secundarios existen, ya que es
un medicamento con una fuerte dosis de hormonas (progesterona exactamente), y
puede producir desde alteraciones del ciclo, a nauseas, vómitos, incluso se han
descrito casos de infartos cerebrales; pero de lo que no se suele hablar en los
prospectos, es de cómo influye en el ánimo y en el desarrollo cerebral de la
muchacha.
Les dejamos un artículo de la doctora
Natalia López Moratalla, en el que se explica, no con el afán de que deje de
usarse, sino de que se use correctamente, y con conocimiento de causa.
Dos
años después de que se liberalice en España el uso de la Píldora del Día
Siguiente, -dando luz verde al consumo por parte de menores de edad, sin el
permiso de sus padres, y sin supervisión médica-, parece necesario reflexionar
sobre su uso y sus efectos en las usuarias, ya que su consumo no deja
de crecer, especialmente entre las adolescentes.
Con la
PDD no se evitan enfermedades de transmisión sexual y preocupan,
sobre todo, los efectos que ésta pueda tener en la maduración cerebral de
las adolescentes, que se desarrolla al ritmo de las hormonas y a tiempos muy
precisos. La realidad es que para muchas jóvenes este producto
hormonal considerado “de emergencia”, se ha llegado a convertir en un método
anticonceptivo habitual, tomándola incluso hasta varias veces en un mismo mes.
Mucha hormona y a un ritmo demasiado “subjetivo” en una época crítica de cambio
físico y emocional como es la pubertad. ¿Qué pasa en sus cerebros?
El
desarrollo del cerebro exige dos tipos de fenómenos. El primero se da en la
gestación con la formación de las neuronas, su crecimiento y localización en
lugares precisos siguiendo un proceso determinado genéticamente y, por tanto,
diferente según el sexo. Y el otro fenómeno es la formación y desarrollo de las
conexiones entre las neuronas, formando así los circuitos neuronales que
conducen y procesan la información, y que son propios de cada uno. Porque son
las experiencias las que remodelan continuamente las conexiones entre las
neuronas sobre la base de un mapa natural heredado.
Ambos
procesos – que suponen una autentica impregnación sexual del
cerebro- comienzan durante la gestación y alcanzan el máximo con la pubertad,
siguiendo un patrón de maduración específico dirigido por las hormonas
sexuales.
En la
adolescencia, el cerebro madura intensamente siguiendo un esquema
espacio-temporal: La onda de maduración avanza de la nuca a la frente y de
abajo arriba según la edad y por acción de las hormonas, transformando la
materia gris (muchas conexiones neuronales) en materia blanca (conexiones
agrupadas en robustas fibras por donde viaja la información a gran velocidad).
Así, la adolescencia es la época de reordenación del cerebro por la que las
estructuras decisivas se renuevan: unas áreas crecen, otras se reducen y otras
se reorganizan. En paralelo se produce el perfeccionamiento de facultades
cognitivas, capacidad de estudio, lectura, memoria, etc. y de la propia vida
afectiva.
Las
hormonas, las protagonistas
Las
hormonas son las que determinan la velocidad a la que esa onda de maduración
alcanza las diversas estructuras, al ejercer sus efectos sobre ellas. Y
obviamente, cada hormona, liberada con el cronómetro marcado por la edad de la
pubertad, encuentra su área de acción concreta, por lo que su acción se modula
de forma precisa y controlada. De esta forma, la llegada de estrógenos se convierte
en señal de activación de determinados procesos cerebrales, que a su vez,
modifica la onda misma de maduración. Un hecho físico impresionante que hoy
podemos ver con claridad a través de las modernas técnicas de estudio cerebral,
que permiten detectar en vivo los cambios morfológicos que se producen durante
los procesos de crecimiento y maduración; siendo posible relacionarlos con los
diferentes comportamientos y estados emocionales de cada etapa.
Los
estrógenos modulan capacidades cognitivas, como aprendizaje y memoria, de
comportamiento y la vida afectiva. Capacidades todas humanas y que hombres y
mujeres procesan siguiendo diferentes estrategias para llegar a los mismos
efectos.
Por
ejemplo, algunas actividades o capacidades, como la orientación espacial y la
fluidez verbal, dependen de los niveles de estrógenos en las mujeres y varían,
por ello, según la fase del ciclo en que se encuentren. Efectivamente, la
habilidad de las mujeres para las tareas de orientación espacial, genuinamente
“masculina”, aumenta tras la menstruación cuando el nivel de los estrógenos es
mínimo y ha aumentado el de la testosterona. Por el contrario, cuando la
concentración de estrógenos aumenta, las mujeres aventajan a los hombres en
fluidez verbal, una actividad que requiere el flujo de información de uno a
otro hemisferio cerebral.
Es una
prueba del efecto de la concentración hormonal en las capacidades de las
mujeres. Un hecho que nos permite comprender el riesgo que para un cerebro
inestable, en plena adquisición de su estructura anatómica y funcional madura
puede suponer el cambio de los niveles de estrógenos y del carácter cíclico de
sus cambios normales de concentración, con la anticoncepción de emergencia, de
naturaleza hormonal.
Gracias...
ResponderEliminarValiosa información para la formación de muchas...
Cariños