martes, 17 de septiembre de 2013

A PROPÓSITO DEL CÁNCER DE MAMA

Por Judith Guillen

     Hace algunos días me enviaron una información en relación a la mastectomía profiláctica para prevenir el cáncer de mama. Me pareció interesante y a continuación les transcribo el artículo publicado en el Boletín de Armas para Defender la Salud de la AMC Asociación de Medicinas Complementarias. Nos ofrece una visión particular del tema. Hay que conocer los diferentes enfoques sobre un tema para luego formar nuestro propio criterio.

Boletín Armas para defender la salud nº 219

Gen genio

  • Angelina Jolie acaparó las portadas con su mastectomía profiláctica pero…
    ¿Acaso su historial genético era un arma cargada como lo pretenden sus médicos?

Lynne McTaggart
La actriz Angelina Jolie fue mundialmente aplaudida tras hacer pública en mayo su decisión de realizarse una doble mastectomía como medida preventiva contra lo que los médicos le auguraron: un 87% y un 50% de posibilidades de desarrollar cáncer de mama y de ovario respectivamente. Jolie porta la mutación BRCA1 en su ADN y tiene antecedentes familiares de cáncer de mama: su madre, Marcheline Bertrand, murió de cáncer de ovario a los 56 años, después de luchar durante una década para vencer la enfermedad y la hermana menor de su madre ha muerto recientemente por cáncer de mama. Jolie, que utiliza regularmente su fama para fines benéficos, dijo que no optó por mantener su historia en privado con la esperanza de que las mujeres que puedan estar viviendo bajo una amenaza de cáncer “puedan optar al test de ese gen” y de esa manera puedan valorar qué es lo mejor para ellas en caso de que el destino les depare tal suerte. 
Después de su anuncio público, muchas otras mujeres barajaron en las consultas médicas la posibilidad de realizarse mastectomías “por si acaso”, y los precios de las acciones de Myriad Genetics, que había patentado los test para los genes BRCA1 y BRCA2, se dispararon al alza del 3%. Mientras que la decisión de Jolie de contar la situación por la que atraviesa fue valiente y bienintencionada, ¿acaso la verdad a la que llegó supone, con su historial clínico y genético, una sentencia de muerte segura? Esto es lo que los médicos quizá no le han dicho.
  

La mayoría de los cánceres se dan en mujeres sin antecedentes familiares de esta enfermedad

Aunque se supone que las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama corren mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, la unidad epidemiológica del cáncer, del Fondo de Investigación  Imperial Cancer, en Oxford, examinó el estado de salud de madres, hermanas e hijas de más de 160.000 mujeres, descubriendo que la gran mayoría de las mujeres con cáncer (ocho de cada nueve) no tenían antecedentes familiares de la enfermedad e incluso cuando los había, la mayoría jamás desarrollaría un cáncer. 1
La mayoría de las mujeres con antecedentes familiares de cáncer nunca desarrollará la enfermedad
Ese mismo estudio de Oxford a gran escala halló que cuatro de cada cinco mujeres con una madre y una hermana con cáncer de mama nunca lo desarrollarán, y 12 de cada 13 de ellas no morirán a causa de la enfermedad. El riesgo aumenta con el número de familiares cercanos que la tengan, pero el riesgo es mucho menor del descrito a la actriz. Mujeres con un pariente cercano con cáncer de mama corren un riesgo de por vida de desarrollar la enfermedad del 8%, y alcanza el 13,3% en las que, como Jolie, tienen dos parientes cercanos con mutaciones de la enfermedad.1 Los genes BRCA1 y BRCA2 son genes raros, representan una pequeña fracción de todos los casos de cáncer de mama en el Reino Unido, y menos de  una quinta parte de los cánceres de mama con antecedentes familiares. 2
No hay evidencias significativas de que la doble mastectomía aumente las posibilidades de supervivencia
El Grupo Breast Cancer Cochrane llevó a cabo recientemente una de las mayores revisiones de las mastectomías “por si acaso”: un examen de 39 estudios involucrando unas 7.000 mujeres con doble mastectomía profiláctica (mastectomía “por si acaso”), con ambos pechos sanos algunas de ellas y otras con cáncer en un solo pecho y que optaron por extirparse ambos.
Aunque algunos de los estudios mostraron que las mujeres que se habían extirpado los dos senos sanos redujeron su riesgo, fueron tan problemáticos los objetivos que no pudo llegarse a ninguna conclusión firme, dijeron los autores. Para las mujeres con cáncer en un solo pecho pero extirpados ambos, el único estudio bien controlado no mostró ninguna ventaja de supervivencia global. Por otra parte, hasta un 49% de todas estas mujeres sufrieron complicaciones que les obligaron a repetir la cirugía. Los autores advirtieron que muchas mujeres que optan por la mastectomía profiláctica "pudieran estar sobreestimando el riesgo de cáncer de mama." 3

Un "disparador" medioambiental parece ser más causante de cáncer que los antecedentes familiares

Varios epidemiólogos de la Universidad de Rochester Medical Center en Rochester, Nueva York, examinaron datos de la Iniciativa de Salud de las Mujeres de América (WHI), uno de los mayores estudios de seguimiento a mujeres que con terapia de reemplazo hormonal (TRH), estudio abruptamente interrumpido tras cinco años, al evidenciar que las 16.000 participantes que tomaban hormonas corrían mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, cáncer de ovario, accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca. 4
Cuando los científicos de Rochester rastrearon los datos de las mujeres que participaron en el estudio WHI y que habían contraído cáncer de mama, asumieron de manera natural que encontrarían una mayor incidencia en quienes tenían antecedentes familiares de la enfermedad. 
Sin embargo, las pruebas mostraron una incidencia similar de cáncer en las mujeres con TRH, tanto si tenían, como si no, cáncer de mama en su historial genético. Así pues, los detalles del historial cancerígeno genético y familiar de la mujer parecen no tener que ver nada en ello. 5 En este caso el cuadro estresante (la toma regular de hormonas artificiales) fue el detonante principal.

Factores de estrés del entorno, en determinados momentos clave de la vida, pueden afectar a mayor escala en la salud de la descendencia que los genes
El mayor factor de riesgo transmisible de madre a hija no está en los genes sino en aquello a lo que la madre estuvo expuesta durante su embarazo o lo que hizo. Varios estudios demuestran que administrar estrógenos a hembras de animal cuando están preñadas o mantenerlas con dietas altas en grasa aumenta el riesgo de cáncer de mama entre la descendencia hembra. 6 Los investigadores de la Universidad de Georgetown también concluyeron que la dieta en momentos críticos de la vida de una hija (como en estado fetal y durante la pubertad) es lo que más influye para que se manifiesten genes como BRCA1.7

Exponerse a factores epigenéticos (ambientales) puede ser el factor más determinante para desarrollar un cáncer
La opinión convencional es que nuestro destino genético está programado y es inherente a nuestro ADN, modelo central del cuerpo, que opera a través de un proceso mecánico simple de activación e inactivación selectiva de ciertos genes, los pasos en la escalera de caracol de la doble hélice. Estos nucleótidos o instrucciones genéticas crean copias de sí mismas como moléculas mensajeras de ácido ribonucleico (ARNm), las cuales eligen, de un alfabeto de aminoácidos, las "palabras" genéticas para crear alrededor de 150.000 proteínas específicas del cuerpo que llevan a cabo sus innumerables funciones.
Se creía que los comandos informativos celulares se daban en sentido único –a partir del ADN y del ARNm para obtener combinaciones seleccionadas de aminoácidos y de ensamblaje de proteínas. Hasta hace poco, los científicos mantenían que la actividad de los genes era un proceso hermético que se llevaba a cabo de forma independiente del medio. 
Tal como lo demuestran de manera decisiva nuevas investigaciones, los genes, lejos de ser el centro de mando, son receptores de señales emitidas fuera de nuestro cuerpo, tal como un silencioso piano se pondría a sonar bajo la presión de unos dedos.
Una señal ambiental de algún tipo avisa al cuerpo de que necesita un producto proteínico en particular, siendo esta señal externa, medioambiental, la que activa la expresión genética particular. Los genes se activan o desactivan modificados por el medio ambiente: lo que comemos, aquello de lo que nos rodeamos y la forma en que conducimos nuestras vidas (ver “Cómo apretar el gatillo del cáncer” en página 20). De hecho, nuevas evidencias demuestran que el gen defectuoso BCRA1, manifestado p.e. en Angelina Jolie, podría significar modificación epigenética, o desactivación y supresión en vez de evolucionar en cáncer. 8
Todas las recientes investigaciones sobre epigenética echan por tierra la idea de Angelina Jolie y de muchas otras mujeres de que el cáncer sobreviene según se tengan “buenos” o “malos” genes, demostrando que los interruptores de encendido y apagado de la expresión genética tienen mayor posibilidad de activarse con los factores ambientales: la buena alimentación, una fuerte red social o lazos comunitarios, el trabajo útil, la estimulación mental y un ambiente libre de toxinas y de contaminación son tal vez mucho más importantes que los genes para determinar si tendremos cáncer.

Un aspecto no discutido del caso Jolie son los dos factores de riesgo a los que ahora se verá expuesta en el intento de acabar con su riesgo genético de cáncer, factores que aumentan el riesgo de contraer cáncer en mayor grado que sus llamados genes "defectuosos". Los implantes de mama se relacionan con un tipo raro de cáncer de mama conocido como “linfoma anaplásico de células grandes” (LACG), un tipo de linfoma no-Hodgkin, sucediendo que dichos implantes multiplican por 18 el riesgo de contraer cáncer. 9Si Jolie decide extirparse los ovarios y comienza una TRH, las últimas evidencias del estudio WHI confirmaban que las mujeres sometidas a terapia de reemplazo hormonal de estrógeno/progestina estándar son más propensas a desarrollar cáncer de mama y mueren a causa de la enfermedad. De hecho, un 60% fueron más propensas a morir debido a cualquier causa. 10 
Referencias
1 Lancet, 2001; 358: 1389-99
2 BrJCancer, 2000; 83: 1301-8
3 Cochrane Data base Syst Rev, 2010; 11 : CD002748
4 JAMA, 2002; 288: 321-33
5 Epidemiology, 2009; 20: 752-6
6   NatCommun 2012; 3:1053
7 Ann N YAcad Sri, 2006; 1089: 14-35
8 Breast Cancer Res, 2006; 8: R38
9 JAMA, 2008; 300: 2030-5
10 J Natl Cancer lnst, 2013; 105: 526-35
 Para mayor información 

No hay comentarios:

Publicar un comentario