Por Inspiración Femenina Tian
Desde hace un tiempo, asistimos al tratamiento de distintas enfermedades desde una perspectiva de género. En el siguiente artículo, la catedrática de psiquiatría de Valencia, Dra Carmen Leal, nos habla a propósito de la enfermedad mental.
http://www.abc.es/salud/noticias/mujer-sexo-debil-salud-mental-15881.html
Resulta curioso, señala, que «las mujeres poseen una mayor esperanza de vida que los hombres, ponen en marcha mayor número de conductas preventivas, padecen en menor medida enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas, experimentan menor grado de accidentabilidad y, a pesar de todo ello, la sensación subjetiva percibida por parte de ellas sobre su bienestar, calidad de vida y estado de salud es significativamente peor que la que manifiestan los hombres».
Desde hace un tiempo, asistimos al tratamiento de distintas enfermedades desde una perspectiva de género. En el siguiente artículo, la catedrática de psiquiatría de Valencia, Dra Carmen Leal, nos habla a propósito de la enfermedad mental.
http://www.abc.es/salud/noticias/mujer-sexo-debil-salud-mental-15881.html
La mujer, el sexo débil en salud mental
ABCSALUD
Última revisión lunes 30 de septiembre de 2013
Las mujeres españolas sufren el doble de problemas mentales que los hombres. Los datos sugieren que la prevalencia psiquiátrica puntual para las mujeres oscila entre el 11 y el 37% mientras para los hombres se situaría entre un 6 y un 28%. Más allá de los temas clásicos -ciclo reproductivo, trastornos de la alimentación, violencia doméstica o las diferencias entre grupos étnicos...- atribuidos a la mujer en el campo de la psiquiatría, Carmen Leal, catedrática de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y ponente en el XVII Congreso Nacional de Psiquiatría precisa que «en la actualidad el papel del género comienza a ser analizado en todos los trastornos mentales, no sólo desde una perspectiva clínico-epidemiológica, sino también en cuanto al substrato neurobiológico, factores de riesgo, respuesta terapéutica, pronóstico, evolución, consecuencias sociales e implicaciones en los programas sanitarios».
Recuerda Leal que «la atención a los problemas de salud, y especialmente de salud mental, en las mujeres ha quedado habitualmente reducida a pequeñas referencias respecto a diferencias sexuales en algunas enfermedades o a las consideradas específicamente femeninas». Como consecuencia de esa realidad, «el resultado ha sido que las diferencias de género en salud y en salud mental son objeto de investigación desde hace pocos años».
Resulta curioso, señala, que «las mujeres poseen una mayor esperanza de vida que los hombres, ponen en marcha mayor número de conductas preventivas, padecen en menor medida enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas, experimentan menor grado de accidentabilidad y, a pesar de todo ello, la sensación subjetiva percibida por parte de ellas sobre su bienestar, calidad de vida y estado de salud es significativamente peor que la que manifiestan los hombres».
Emocional
Explica la catedrática que «un dato muy importantes es el de la interiorización o exteriorización de las emociones; los hombres son más "internalizadores" (muestran alteraciones fisiológicas sin expresión emocional patente) y las mujeres son más "externalizadoras" (muestran expresiones emocionales más evidentes, sin correlatos fisiológicos). Es evidente que estas diferencias en la capacidad de expresión y reconocimiento emocional en las mujeres las convierte en candidatas a una mayor vulnerabilidad para trastornos afectivos y de ansiedad».
Subraya Leal que «la investigación epidemiológica en psiquiatría ha establecido una relación entre psicopatología y algunos factores sociodemográficos. En concreto, el género ha sido identificado como uno de los factores más importantes, apuntando diferencias tanto en lo relativo al diagnóstico, como en la presentación clínica de los trastornos, así como en el tratamiento».
Los estudios epidemiológicos que contemplan las diferencias por género en los trastornos mentales encuentran, puntualiza Leal, «que mientras que algunos diagnósticos no muestran tasas diferentes (trastorno bipolar I o esquizofrenia), otros, en cambio, son mucho más frecuentes en mujeres (trastornos depresivos, de ansiedad, de la conducta alimentaria, etc.), con ratios muy elevadas, en ocasiones, a favor de éstas».
Leal aborda los factores socioculturales que deben considerarse en el género. «La mujer va a enfrentarse a roles sociales diferentes, a distintas oportunidades en su vida (muy condicionadas además por la edad, la clase social o la raza). La exposición a diferentes estresores le confiere una vulnerabilidad mayor para aquellos trastornos relacionados con el estrés; son múltiples las situaciones que aumentan esa exposición al estrés. El trabajo con remuneración menor, con predominio en el sector servicios, rutinario, con baja recompensa social; la sobrecarga laboral por la suma del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos son cuestiones a tener en cuenta».
Subraya Leal que «la investigación epidemiológica en psiquiatría ha establecido una relación entre psicopatología y algunos factores sociodemográficos. En concreto, el género ha sido identificado como uno de los factores más importantes, apuntando diferencias tanto en lo relativo al diagnóstico, como en la presentación clínica de los trastornos, así como en el tratamiento».
Los estudios epidemiológicos que contemplan las diferencias por género en los trastornos mentales encuentran, puntualiza Leal, «que mientras que algunos diagnósticos no muestran tasas diferentes (trastorno bipolar I o esquizofrenia), otros, en cambio, son mucho más frecuentes en mujeres (trastornos depresivos, de ansiedad, de la conducta alimentaria, etc.), con ratios muy elevadas, en ocasiones, a favor de éstas».
Leal aborda los factores socioculturales que deben considerarse en el género. «La mujer va a enfrentarse a roles sociales diferentes, a distintas oportunidades en su vida (muy condicionadas además por la edad, la clase social o la raza). La exposición a diferentes estresores le confiere una vulnerabilidad mayor para aquellos trastornos relacionados con el estrés; son múltiples las situaciones que aumentan esa exposición al estrés. El trabajo con remuneración menor, con predominio en el sector servicios, rutinario, con baja recompensa social; la sobrecarga laboral por la suma del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos son cuestiones a tener en cuenta».
Factores de riesgo
El divorcio, la pobreza, madres solteras, viudedad, los cuidados de los ancianos e hijos enfermos son estresores especialmente relevantes en las mujeres, según Möller. «Si las estructuras sociales y los estereotipos cambian pueden cambiar también los roles masculino y femenino, con posibles consecuencias sobre la salud mental de ambos», advierte la psiquiatra.
«Puede decirse que la prevalencia de sintomatología y trastornos depresivos es realmente más elevada entre las mujeres -asegura la catedrática valenciana. Aunque ninguna de las hipótesis descritas (biológicas, psicológicas, de roles de género, etc.) parece explicar por sí misma la magnitud de la diferencias halladas. De hecho, parece adecuado pensar que estas hipótesis, más que mutuamente excluyentes, son complementarias».
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