Por Milagros García Bueno
Diario “ElMUNDO 12-09-2013”
Las hormonas femeninas son las otras
culpables de la 'menopausia' masculina
- El menor nivel de la testosterona no es la única causa de la andropausia
- Una reducción de los estrógenos también influye en la generación de síntomas
- A partir de los 50 suele darse un menor deseo sexual por estas causas
La
testosterona no es la única culpable de la falta
de deseo sexual que algunos hombres muestran con la edad. Esta especie de 'menopausia
masculina' reduce su libido, incrementa la grasa corporal e incluso puede
provocar disfunciones sexuales. En la jerga médica, es lo que se conoce como
hipogonadismo, un trastorno que los expertos acusaban a la merma de
testosterona. Sin embargo, una investigación que acaba de publicar la revista 'The New England Journal of Medicine' arroja
novedades. Al parecer, los estrógenos también tienen voz en el desarrollo de
esta enfermedad.
Aunque la
principal hormona sexual del hombre es la testosterona, "también hay
una pequeña cantidad de estrógenos circulando por el organismo (la testosterona
se transforma en estrógenos por la acción de una enzima denominada
aromatasa)", argumenta Jorge Vallejo, médico adjunto del servicio de
Urología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid – España. Hasta la fecha,
explica, "no se pensaba que pudieran tener una acción fisiológica
importante en el hombre", pero en vista de los resultados que se
desprenden de la nueva investigación, realizada por el Massachusetts General
Hospital (MGH), los conceptos podrían cambiar.
Un grupo de
científicos liderado por Joel Finkelstein puso en marcha un estudio con 198
hombres sanos entre 20 y 50 años. "Queríamos comprobar a partir de qué
niveles de testosterona empiezan a
producirse los síntomas que se atribuyen a la andropausia y si realmente se
deben al déficit de esta hormona, a los estrógenos o a ambas".
La
andropausia, explica Javier de la Peña, jefe de Servicio de Urología del
Hospital La Paz de Madrid, "es un fenómeno como la menopausia, con una
serie de síntomas ligados a la edad: el músculo pierde volumen y fuerza,
aumenta la grasa corporal, se cae el vello del cuerpo (no de la cabeza),
pueden aparecer estrías, osteoporosis, declina el deseo sexual y puede causar
disfunción eréctil".
A día de
hoy, el diagnóstico de este trastorno se realiza a través de un análisis de
sangre, poniendo el punto de mira sólo en los niveles de testosterona. Sin
embargo, y teniendo en cuenta que una pequeña porción de esta hormona se
convierte en estrógeno, "cuanto más alto sea el nivel de testosterona, más
se convierte en estrógeno". Y viceversa, "cualquier disminución de
testosterona se traduce en menos cantidad de estrógeno", señalan los
autores del trabajo.
"Hay
muchas hormonas implicadas en este trastorno masculino, pero, como dicen las
guías clínicas de la Asociación Europea de Urología, como no se saben cuáles
son ni cuáles son sus valores normales, de momento, es la testosterona la que
nos indica quién tiene andropausia", expone Eduardo García Cruz, urólogo
del Hospital Clínico de Barcelona.
Menos estrógenos
Para
analizar la relevancia de ambas hormonas (testosterona y estrógenos),
Finkelstein y su equipo dividieron a los 198 participantes en dos grupos.
Primero, todos ellos fueron tratados con un medicamento que suprime la
producción normal de todas las hormonas reproductivas. Después, uno de los
grupos recibieron dosis diarias de un gel de testosterona (una de las formas de
administración de terapia sustitutiva de testosterona) durante 16 semanas. El
resto obtuvo las mismas dosis de esta hormona además de un inhibidor de
aromatasa, con el objetivo de suprimir la reconversión de testosterona en
estrógenos.
A todos los
participantes se les realizó un análisis de sangre y se registraron sus medidas
(antes y después del experimento) de la grasa corporal, el volumen y la
fuerza muscular. También completaron un cuestionario sobre su vitalidad, el
estado general de su salud y su deseo sexual.
En el primer
grupo, la acumulación de grasa se observa cuando los niveles de testosterona
empiezan a caer. La disminución de la masa y la fuerza muscular no se apreciaban
hasta que la cantidad de esta hormona era significativamente baja. En cuanto al
deseo sexual, va disminuyendo progresivamente con la reducción de testosterona
y la disfunción eréctil no ocurre hasta que los niveles son muy bajos.
En el
segundo grupo, los resultados en cuanto a la grasa corporal y el tono muscular
no sufrieron variaciones, es decir, la supresión de la síntesis de estrógenos
no tuvo efecto significativo añadido al de la reducción de testosterona. Sí lo
tuvo en lo referente a la función sexual. Cuando la síntesis de estrógenos
se suprimía el deseo sexual se resentía notablemente.
Aún por ratificar
De
confirmarse el papel de los estrógenos, concluyen los autores de la
investigación, significaría que para diagnosticar el hipogonadismo masculino
(andropausia) "no sólo habría que analizar los niveles de testosterona en
sangre, como se hace hasta la fecha. Además, habría que valorar la cantidad de
estrógenos".
En la
práctica clínica, el problema a la hora de diagnosticar andropausia es que
"muchos de sus síntomas se asumen como normales al hecho de envejecer",
apunta García Cruz. El síntoma que más nos guía, por el que vienen a
consultarnos, es la disfunción eréctil".
"La
falta de interés sexual nos pone en alerta", añade el doctor Vallejo.
"Es ahí cuando pedimos la determinación de testosterona". En función
de los resultados, los síntomas y de cada paciente, "indicamos una terapia
sustitutiva de testosterona". Los beneficios, coinciden los expertos,
"están bastante demostrados". Si futuras investigaciones ratifican el
trabajo de Massachusset, "el abordaje, quizás podría cambiar".
Ante este artículo, que presentamos hoy, quisiéramos resaltar algunos
detalles.
Así, para empezar, decir que lo que tenemos delante es una
investigación más, de las miles que continuamente se están realizando, con la
idea de conocer cada día más el comportamiento del cuerpo humano. Si bien es
cierto que no es una investigación cualquiera, pues está realizada por el
“Massachusetts General Hospital”, de EE.UU. y publicada por la revista médica
“The New England Journal of Medicine”, lo que le da un carácter de más interés
y fiabilidad al público.
En cuanto al tema: el hipogonadismo masculino o andropausia; se trata
de un proceso en el cual las capacidades sexuales del hombre van cambiando con
la edad. Pudiéramos decir, que al igual que sucede con la menopausia en la
mujer, es un proceso natural del cuerpo humano en el cual cada persona percibe
o reconoce esos cambios de forma diferente. Por supuesto, visto desde un estado
general de salud y no causado por un estado patológico previo.
Lo que más nos llama la atención de este artículo es su titular:
Las hormonas femeninas son las
otras culpables de la “menopausia” masculina
Los titulares son recursos muy importantes utilizados por los medios de
comunicación, que condensan la esencia de la información, para despertar el
interés del lector por la noticia y pueden ser leídos de forma independiente,
ya que ofrecen los aspectos esenciales de la noticia. Además, el titular es una
forma de interpretar el acontecimiento, causando un impacto determinado al
lector. En este caso, estaríamos hablando de una prensa sensacionalista. Y es
por ello que dentro de este titular nos llama la atención esta palabra LA CULPA.
Claramente, al leer el titular nos está dando a entender que “lo
femenino”, del cual la mujer lleva la mayor parte, es el que tiene la culpa de
que disminuyan las capacidades sexuales masculinas con la edad. Y claro, a las
mujeres, que estamos acostumbradas a cargar con la culpa, nos insta a sentirnos
culpables también de este hecho natural que se produce en el hombre.
¿Por qué hay que echar siempre la culpa a alguien? ¿Por qué cuando ocurre
algo que no agrada hay que echarle siempre la culpa a la mujer?
Esta es una condena –la culpa- que las mujeres llevamos sobre nuestras
espaldas desde siglos, dado que nos han cargado con la responsabilidad de haber
cometido aquella falta –morder una manzana- que provocó la expulsión del ser
humano del paraíso.
¿Dejaremos algún día de sentirnos culpables? La mujer es considerada un
ser inferior y siente miedo, es por ello que se siente culpable siempre, aunque
no haya hecho nada.
Para salir de eso, la mujer necesita dejar de sentirse inferior y de
tener miedo. Demostrarse que es capaz y para ello tiene que prepararse, tiene
que saber, tiene que estudiar y solamente así ese
miedo-culpabilidad-inferioridad se irá diluyendo y podrá desarrollar finalmente
su tarea como femenino.
Milagros García-Bueno
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