Testimonios de lo que hace la música en nuestro cuerpo

María Brito Torrealba.

Si alguna vez oíste una música y ésta te llevó a lugares de ensueño, te hizo sentir viva, alegre, enamorada o simplemente se te puso la piel de gallina… ¡tranquila!, es que nuestras células pueden oír. Ellas oyen hasta nuestros pensamientos, y reaccionan al sonido, e incluso hay sonidos que pueden dañar la estructura molecular de las células (sonidos que podrían matarnos), pero hay sonidos –como la música- que pueden aumentar el orden y la cohesión de las mismas, permitiendo que éstas puedan comunicarse entre ellas y las nutren de mensajes funcionales, o sea lo que pienso, lo que expreso con el verbo, puede tener el poder de matarme o mantenerme sana y joven. Yo puedo decidir cómo usar mi verbo.

Les comparto unos testimonios de personas que han decidido cantar. Cuando digo “cantar”, puede ser cantar la canción que más guste, procurando que ésta no sea una canción de despecho (si es así, por favor cámbiela por otra aunque no le guste mucho). Si no tiene una canción con la cual pueda hacer el experimento, pues puede cantar su propio nombre. He aquí lo que estas personas refirieron después de cantar:

• Siento mucha paz y relajamiento. Sentía como si le estaba cantando a DIOS.
• Sentí la sensación de estar acompañada de un grupo de oración en una vida pasada donde éste era parte de un ritual. Fue espectacular la vivencia (cantar).
• Experimenté la sensación de haber salido de mi cuerpo por la parte alta de la cabeza, sintiendo un cosquilleo en todo el cuerpo... 

Les dejo por hoy...pero seguiremos en contacto hablando más del sonido.