Por: Ana BCamponovo
28 de MAYO 2014
En el Primer Día Mundial de la Higiene Menstrual nos unimos a esta
campaña que masivamente se encargará de hablar y sacar a luz la sangre
femenina. Ya no se puede mantener un tabú que lo único que ha hecho es
excluir a la mitad de la población mundial. Como dice el cartel “LA
MITAD DEL MUNDO MENSTRUA”.
Hoy, como hemos anunciado hace unos días se estrena en Argentina “TU
PRIMERA LUNA” la segunda película documental de Diana Fabiánová (la
primera fue LA LUNA EN TI) esta vez dirigida a adolescentes. No son
vanos estos esfuerzos, ni son exagerados. La forma en que la mayoría de
las mujeres trata a su menstruación implica una alto grado de
contaminación para el Medio Ambiente, pero también implica una gran
contaminación emocional para las niñas, niños, lxs jóvenes. Sin duda ese
rechazo a la “única sangre que se derrama en este planeta de forma natural y pacífica”, es
un claro signo de enfermedad de la especia humana. Una clara hipocresía
del un mundo patriarcal que no se avergüenza de derramar la sangre de
miles de personas en guerras. guerrillas, violaciones y otras
atrocidades.
Hace tiempo que bregamos por sacar a luz a la sangre femenina. En su
momento nos tacharon de feministas y hasta de violentas. Hoy se pone de
manifiesto la necesidad seria de un cambio a nivel global en la
humanidad, por una cuestión de salud sexual, salud emocional y salud de la especie.
Queridas féminas no podemos sino sentirnos conmovidas por ese fluido rojo que fluye de nuestro vientre cada mes.
Si seguimos escondiendo nuestra SANGRE LUNAR, si continuamos
avergonzándonos de nuestra naturaleza, ¿qué herencia de mentiras
heredarán las hijas y los hijos?
La sangre femenina es un elemento a dignificar y a sanear, de primer orden en este siglo XXI.
Queridos hombres,
también está en ustedes ayudar a que se ventilen esos miedos y ese
rechazo introducido por el pensamiento patriarcal -de hombres y mujeres-
que ha contaminado, violentado, esclavizado y viciado nuestra
convivencia.
Enhorabuena a esta iniciativa mundial, ahora seguimos el camino más acompañadas.
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