Por Clara Restrepo
Las Damas de Salerno
Las Damas de Salerno o Mulieres
Salernitanae fueron las primeras mujeres en la Europa medieval que
tuvieron acceso a la educación y formación en Medicina, bajo la protección de
la Escuela Médica de Salerno, la
primera institución laica en Europa, la primera escuela médica medieval y mayor
fuente de conocimiento médico de Europa en su tiempo. Gracias a su proximidad
al Monasterio de Montecassino, en donde se traducían y escribían los antiguos
textos de medicina árabe, griega, hebrea y latina.
La tradición
de Hipócrates, Galeno y Discórides que habían recibido fue enriquecida por la
práctica médica árabe y judía conocida a través de contactos en Sicilia y el
norte de África. Como resultante los practicantes de la medicina de Salerno,
tanto hombres como mujeres no tenían rival en el mediterráneo occidental por
sus conocimientos. El encuentro de diferentes culturas permitió una enseñanza
médica que nacía de la síntesis y la comparación de distintas experiencias,
como se evidencia en la leyenda que atribuye la fundación de la escuela a
cuatro maestros: el judío Helinus, el griego Pontus, el árabe Adela y el latino
Salernus.
Mulieres Salernitanae y Trotula
de Salerno
En un Salerno abierto a la
vocación médica femenina, pronto surgirán los nombres de cinco mujeres expertas
en el arte de curar: Trótula,
Salernitana, Constanza y Calenda, alemanas, Rebeca Guarna, judía y Abella,
musulmana, que simbolizan la conjunción de los saberes de judíos, árabes y
cristianos. Entre todas ellas destacaría Trótula, que ocuparía un lugar importante en el campo de la
ginecología y obstetricia. Fueron Trótula y “las damas de Salerno” quienes
ayudaron a que se produjera el renacimiento médico que marcó el fin del
oscurantismo en Europa. Tanto en la tradición popular como en los círculos
médicos, las “Damas de Salerno” tenían fama, como médicas y estudiosas de la
medicina.
Poco se sabe acerca de la vida de
Trótula. Se piensa que fue profesora de medicina de la Escuela Médica
Salernitana. Sus libros se centran en los problemas médicos de las mujeres,
incluyendo la menstruación, el parto y post parto. Las obras de Trótula tocaron
temas sobre salud, sexualidad, curaciones, remedios, control de la natalidad y
las causas y tratamientos de la infertilidad, del cáncer, las enfermedades de
la piel, los ojos y la sordera e hizo los primeros tratados pediátricos de la
historia. La ciencia obstétrica de Trótula era tan avanzada, que aún hoy se
siguen encontrando elementos novedosos.
Su fama fue tal que sus libros fueron copiados y vueltos a copiar por varios siglos. Pero… ya en el siglo XII, algunos copistas empezaron a atribuir sus libros a su marido, hasta que su nombre fue definitivamente sustituido por su forma masculina: Trottus.
Su fama fue tal que sus libros fueron copiados y vueltos a copiar por varios siglos. Pero… ya en el siglo XII, algunos copistas empezaron a atribuir sus libros a su marido, hasta que su nombre fue definitivamente sustituido por su forma masculina: Trottus.
Se le atribuyen dos obras
propias. La primera y más conocida es un tratado de ginecología y obstetricia
conocido como Passiónibus mulierum
curandorum (‘Curación de las dolencias de las mujeres’), es el trabajo más
famoso de Trotula de Ruggiero, trascrito por cuatro siglos y traducido a
numerosos idiomas. Editado en 1544 por George Grant. El tratado está compuesto
de 64 capítulos de los cuales faltan los primeros 12, en los cuales vienen
ofrecidos preceptos, consejos y normas que refieren a toda la vida de la mujer.
Para Trotula
la mujer es un conjunto donde belleza, salud armonía, cuidados y afectos
constituyen una sola cosa, el cuerpo no es subdivisible o separable. La obra
empieza definiendo la naturaleza característica del género femenino, fría y
húmeda, a diferencia de la naturaleza del masculino, caliente y seca. Esto de
una parte favorece la complementariedad de los géneros sosteniéndose y
conteniéndose recíprocamente uno al otro, y a la vez causa diferentes
patologías. La mujer tal y como se describe en este texto es valorada por su
propia identidad y debe dar una atención al cuerpo para mantener su salud. El
cuidado que la mujer debe tener por si misma debe ser integral, de
comportamientos y reglas que tengan que ver con una noción de salud como el
equilibrio entre el cuerpo, la psique y su relación con los demás.
La
otra obra es un tratado sobre la cosmética, así como del cuidado de la piel y
la higiene como prevención de enfermedades, llamada Ornatu mulierum, Es un
tratado de cosmética medieval, la primera versión la más completa y antigua
tiene fecha del siglo XIII y fue encontrada en Madrid como parte de una
colección de tratados médicos. Se trata del tratado de cosmética más antiguo
que se conozca en Occidente.
La obra se refiere al
maquillaje y la higiene. También incluye instrucciones para preparar y utilizar
estos preparados para el cuerpo, el cabello y consejos para mejorar el
bienestar a través de masajes y de saunas. Contrariamente al contexto histórico
en la cual se escribe la obra, la cosmética no resulta un aspecto frívolo,
entre sacando el concepto de belleza de Trotula, la mujer debe inclinarse por
la belleza para entrar en armonía con la filosofía de la naturaleza, por eso su
inspiración médica era la belleza como expresión de un cuerpo sano y en armonía
con el universo. Desde el punto de vista técnico la obra describe más de 100
plantas y derivados de estas, preparados de origen animal y mineral y más de 60
recetas para preparar cosméticos. A menudo son citadas en la obra las Mulieres
Salernitanae como ejemplo de belleza.
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