Por: Clara Restrepo
Petronilla, Doctora Amal, un ama de casa, una mamá… que se
escondía detrás de estos pseudónimos en los suplementos dominicales de los
diarios italianos por casi más de 20 años entre 1929 y 1947, enseñando a
millones de italianos, sobre todo a las mujeres amas de casa, a comer bien con
poco, a cuidarse correctamente y a leer las prescripciones de los medicamentos,
en definitiva a vivir una vida más sana y equilibrada.
Ella, Amalia Moretti Foggia fue en alguna manera la primera
blogger italiana, cuando todavía las redes sociales no existían. Contaba solo
con su pluma, pero establecía con sus lectores un estrecho dialogo expresándose
con habilidad en diversos argumentos. Unas veces era el médico profesional
“Doctor Amal” que enseñaba a no jugar con hierbas, medicamentos o cataplasmas;
otras veces era la coloquial y simpática Petronilla, con sus recetas de tiempos
de guerra, pocos ingredientes pero justos y garantizados.
La imagen de una mamá siempre lista y a la disposición de sugerir
con sus consejos en casos tan simples como cuando los niños se hacían pipi en
la cama o no dejaban de toser. Fue sin duda una formidable divulgadora de la
salud en tiempos en los cuales el único medio divulgativo eran los diarios,
cuando los domingos se estampaban 1.160.000 copias, y otros diarios como el
“Corriere dei Piccoli” estampaban 150.000 copias, era el medio por el cual
millones de lectores obtenían información científica en un lenguaje al alcance
de todos y enseñar una cocina de poco y con poco, pero que podía contribuir en
un modo determinante a la salud y a la serenidad de la familia.
Con dos títulos universitarios -Ciencias Naturales y Medicina- y un amplio bagaje cultural y
científico enseñó recetas simples a jóvenes esposas sin experiencia, que en
momentos difíciles y sin la ayuda del marido se veían en dificultad cada vez
que debían poner un plato en la mesa en tiempos de guerra y de escases,
recibiendo por parte de sus conyugues reproches y malos tratos en lugar de
recibir a cambio una palabra de gratificación. Publicó mas de 800 artículos
como Petronilla y el doble como Doctor Amal, siempre con el objetivo de ayudar
a quienes tenían menos posibilidad económica o social de crecer y mejorarse a
si mismos y a la propia vida.
Escribía sus artículos en forma de diálogos en donde los
personajes eran figuras femeninas creadas para representar mujeres de diversas
regiones o temperamentos. Por ejemplo uno de sus personajes era la cuñada
gorda, maestra del arte culinario, otra era la joven que encontraba la carne en
“caja” uno de los “mas geniales inventos de la modernidad”… Amalia lo sabia
bien, las mujeres comenzaban a salir de las cocinas y se venían los tiempos en
los cuales las mujeres debían pasar de la oficina o de la fábrica a los fuegos
de la cocina, siempre con la exigencia de sus compañeros que esperaban en la
mesa un exquisito plato preparado con pocos recursos y en poco tiempo. Ella se
supo adaptar a las necesidades de los tiempos y de sus lectoras, siempre con
una respuesta que no solo cubría la parte culinaria sino también la parte de la
salud en la alimentación.
Mantuvo oculta su verdadera identidad hasta el momento de su
muerte cuando se hizo saber a todos los lectores que el “Doctor Amal y
Petronilla” habían fallecido.
El legado de Amalia permanece gracias a la fundación que lleva su
nombre y se han reeditado todas sus recetas en varias publicaciones, uno de
ellos “las recetas de vida del Doctor Amal y de Petronilla”.
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