Noticia enviada por Julia Reyes
Los inventos del médico boliviano que salvó miles de
niños
Alejandra Martins BBC Mundo. 2 octubre
2014
El Dr. Franz Freudenthal con uno de sus pacientes. Sus dispositivos para cardiopatías congénitas son exportados a muchos países del mundo. |
La pasión del cardiólogo boliviano Franz Freudenthal hace
posible lo aparentemente imposible.
Su vocación por salvar la vida de niños con cardiopatías
congénitas lo ha llevado a convertirse en inventor y emprendedor, uniendo en
los dispositivos que diseña elementos que nadie antes había combinado.
Freudenthal usa un metal inteligente desarrollado
originalmente por militares en EE.UU, nitinol, y crea con él diminutos
implantes de mm, tan sofisticados y delicados que sólo pueden ser fabricados a
mano, con técnicas artesanales ancestrales de la comunidad indígena aymara de
su país.
Los dispositivos de Freudenthal le valieron recientemente el
premio Innovadores de América en la categoría ciencia.
"Existen los Oscar, los Emmy y los Globos de Oro. Pero
no existía ningún premio dedicado a proyectos innovadores de latinoamericanos
que cambian el mundo", señalan los organizadores del galardón, concedido
cada año por el CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina.
Uno de los integrantes del jurado, el Dr. César Cuello, dijo
a BBC Mundo que "aproximadamente 500 niños son tratados cada mes con estos
dispositivos en todo el mundo. Se exportan a Argentina, Perú, Alemania, Estados
Unidos, Irak, Vietnam. Esto multiplica las posibilidades de salvar vidas en
diversas partes del mundo".
"Cosas esenciales"
Una de las grandes inspiraciones de Freudenthal fue su
abuela alemana, la Dra. Ruth Tichauer de Wrischinski (Konigsberg 1910- La Paz
1995), a quien solía acompañar en sus visitas médicas en Bolivia cuando era
niño.
El Dr. Freudenthal con su abuela médica, la Dra. Ruth Tichauer de Wrischinski, a quien acompañaba en sus visitas médicas cuando era niño. |
"Ella fue activista, médico y pionera en planificación
familiar y en el tratamiento ambulatorio de la tuberculosis en la región",
dijo el científico a BBC Mundo.
"Ella me enseñó que el sentido de la vida está en las
cosas esenciales, como valorar el tiempo, la belleza de la naturaleza, y entre
ellas al ser humano. No existe mejor esfuerzo que aliviar a un prójimo cuando
más lo necesita"
"Mi abuela me enseñó que el sentido de la vida está en las cosas esenciales". |
Siendo estudiante de medicina en un hospital en La Paz, su
ciudad natal, Freudenthal fue testigo de la muerte innecesaria de un recién
nacido y sintió profundamente la necesidad de responder a este sufrimiento en
forma creativa.
Comenzó a diseñar sus primeros dispositivos cuando era
estudiante, y su trabajo le valió una beca de posgrado en Alemania, donde operó
al primer niño en la década de los 90.
"El proceso de creación de los dispositivos me llevó
una vida, a los 25 años tenía más de 20 ovejas tratadas y a los 29 tuve mi
primer paciente, un niño inoperable con otro método. Ahora se implantan los
inventos en casi todo el mundo".
Cardiopatías
El Dr. Pablo Durán, asesor regional en salud perinatal de la
Organización Panamericana de la Salud, dijo a BBC Mundo que los síntomas de las
cardiopatías congénitas "pueden variar y pasar de condiciones leves a
condiciones de suma gravedad que pueden llevar a la muerte. Se reconocen
diferentes factores de riesgo, aún cuando muchas condiciones son
desconocidas".
"Aproximadamente una de cada ocho cardiopatías
congénitas son de causa genética o cromosómica. Se ha reconocido entre los
factores a la diabetes materna, infecciones o el contacto con medicaciones
específicas, tabaquismo u obesidad materna. Por el contrario en algunos casos,
la administración de multivitaminas con ácido fólico ha demostrado en varios
estudios la reducción de las cardiopatías congénitas", agregó Durán.
Los dispositivos diseñados por Freudenthal corrigen una gran
variedad de cardiopatías, entre ellas una denominada "persistencia del
ductus arterioso".
"Cuando los bebés están dentro del útero respiran a
través de los pulmones de la madre. Pero al nacer tienen que respirar con sus
propios pulmones y debe haber muchos cambios", explicó el científico
boliviano.
Los
dispositivos son hechos sin soldaduras con sólo un hilo de nitinol y son
configurados con técnicas textiles de la comunidad aymara de Bolivia.
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Uno de esos cambios es el cierre de una comunicación entre
la aorta y la arteria pulmonar.
La comunicación, llamada ductus arterioso, debe cerrarse a
pocas horas del nacimiento. Pero en algunos niños permanece abierto, algo que
se conoce como "persistencia del ductus arterioso", señaló
Freudenthal.
"El oxígeno es el estimulante más grande para que esa
arteria se cierre y tenga una circulación normal. Aquí en La Paz, por la falta
de oxígeno, a 4.000 mts sobre el nivel del mar, el problema es diez veces más
frecuente que a nivel del mar".
¿Qué sucede en el caso de los niños en que esa comunicación
no cierra?
"En los niños con persistencia del ductus arterioso la
sangre oxigenada recircula hacia los pulmones y el corazón trabaja tres veces más
de lo necesario".
"El niño no sube de peso, se cansa mucho al lactar y
muere por una numonía. Erróneamente, muchas veces esta muerte se registra como
muerte por infección respiratoria".
Metal con memoria
Los dispositivos inventados por Freudenthal permiten cerrar
u ocluir el ductus arterioso.
Los implantes, que tiene formas muy variadas, están hechos
de alambre de nitinol, una aleación de níquel y titanio descubierta en EE.UU.
en investigaciones de materiales para submarinos hace medio siglo.
Configuramos
el implante fuera del paciente, lo introducimos por un catéter muy delgado y
cuando llegamos al lugar, gracias a la memoria del metal, el dispositivo vuelve
al tamaño original, recuperando la forma que nosotros hemos querido darle
Dr.
Franz Freudenthal
El nitinol no sólo es un metal que no se corroe, sino que
tiene memoria.
"Esto significa que configuramos el implante fuera del
paciente, lo introducimos por un catéter muy delgado lo empujamos y cuando
llegamos al lugar, gracias a la memoria del metal, el dispositivo vuelve al
tamaño original, recuperando la forma que nosotros hemos querido darle".
No hace falta una operación para implantar los dispositivos,
que pueden colocarse con un catéter.
"Las arterias y venas de los bebés miden apenas unos
cuantos milímetros, y debemos usar catéteres muy delgados para llegar al lugar
donde queremos cerrar esa arteria. No es simplemente un orificio sino todo un
conducto, como un tubo que tenemos que cerrar".
"Los implantes que vamos a hacer navegar por estos
catéteres tienen que comprimirse y volverse muy muy pequeños, y cuando llegan
al lugar volverse grandes para tapar el hueco. Por ejemplo, las espirales miden
menos de 1 mm de diámetro pero llegan a medir hasta 20 cm de largo."
Técnicas aymara
Los implantes no tienen soldaduras y se realizan con un solo
alambre de nitinol. No se pueden hacer en forma industrial y para realizarlos a
manos se requiere una gran destreza y habilidad motora.
Es por ello que se utilizan técnicas textiles del pueblo
aymara.
Freudenthal y su esposa médica, la Dra. Alexandra Heath, junto a imágenes de niños operados por su fundación. |
"Ellos tienen la tradición de hacer tejidos increíbles,
imagínese que hay tejidos que hacen con hilos que miden 0,10mm y requieren más
de 20 husos. Son tejidos de 6mm de diámetro por 6 de alto"
Freudenthal adquiere el nitinol de una empresa en California
y fabrica los dispositivos en dos plantas, una en Alemania y otra en Bolivia.
"Comenzamos en Bolivia y fuimos luego a enseñar a
Alemania".
"Catástrofe en Bolivia"
Entre los sueños del científico, está que "un paciente
cardiópata juegue en el Mundial, y demuestre que gracias a un tratamiento
oportuno es completamente normal".
Pero asegura que su desafío más cercano es lograr que los
dispositivos puedan salvar la vida de más niños en su propio país.
"La mortalidad por cardiopatías congénitas aquí en
Bolivia es una catástrofe. No hay o por lo menos yo no conozco un programa
gubernamental para atender estos niños, en ningún centro existe cirugía cardíaca
con estos métodos".
Un paciente de Freudenthal junto a su madre. Para el científico de Bolivia, el gran desafío es que sus implantes lleguen a más menores en su propio país. |
No hay datos oficiales sobre cardiopatías congénitas en
Bolivia, pero el país tiene la tasa de mortalidad infantil más alta de
Sudamérica, según el informe sobre población de la ONU de 2010.
Mientras países como Cuba tienen una tasa de 6 muertes por
cada mil nacimientos, o Argentina de 10 cada mil, en el caso de Bolivia la cifra
es de 55, similar a la de varios países africanos.
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